La microbiota y las hormonas sexuales

La relación entre la microbiota intestinal y las hormonas sexuales ha revelado descubrimientos fascinantes. La composición de la microbiota varía según la edad (infancia, pubertad, embarazo, menopausia y vejez) y el género (las hormonas sexuales desempeñan un papel importante después de la pubertad).

Estos hechos sugieren una conexión profunda entre el microbioma y las hormonas sexuales, lo que ha dado lugar al término «microgeneroma», término que alude al papel de las hormonas sexuales en la microbiota intestinal. Es un tema de investigación emergente.

Si bien no se han informado diferencias sexuales en la microbiota intestinal infantil, una vez que los niveles de esteroides sexuales en plasma muestran un aumento en la pubertad, aparecen diferencias en el microbioma entre sexos.

La microbiota intestinal en la etapa fértil de las mujeres muestra bastantes diferencias con la masculina. Después de la menopausia, esas diferencias se minimizan. Curiosamente, la proporción de bacterias por célula humana es diferente entre géneros, siendo mayor en las mujeres que en los hombres. La proporción de bacterias por célula humana es de 1,3 en los hombres y de 2,2 en las mujeres.

Conexión hormonas sexuales-microbiota en la salud cardiovascular

El riesgo cardiometabólico de las mujeres aumenta significativamente en la menopausia. Se ha demostrado un aumento de la permeabilidad intestinal, de la inflamación, del peso corporal y de los trastornos metabólicos, incluidas disfunciones cardiometabólicas.

Estudios recientes sugieren que las mujeres tienen una mayor diversidad microbiana intestinal que los hombres y, particularmente, hay diferencias en bacterias como Akkermansia muciniphila, asociada con una mejor salud metabólica.

Antes de la menopausia, se ha observado una mayor proporción de bacterias del género Firmicutes en comparación con las mujeres posmenopáusicas. En estas mujeres, los niveles plasmáticos del péptido similar al glucagón-1, una de las incretinas intestinales liberadas por las células enteroendocrinas en respuesta a la ingestión de alimentos, también fueron mayores. Por el contrario, los niveles plasmáticos de IL-6 y proteína-1 quimioatrayente de monocitos, indicadores de inflamación, fueron más bajos que en mujeres posmenopáusicas.

Conexión hormonas sexuales-microbiota en el síndrome del intestino irritable (SII)

Los estudios han demostrado que los estrógenos influyen en la permeabilidad de la barrera intestinal y en la modulación del sistema inmunológico, factores que pueden estar relacionados con el síndrome del intestino irritable (SII). De hecho, las mujeres son más propensas a padecer SII, lo que apunta a la influencia de las hormonas sexuales en la aparición de este trastorno gastrointestinal.

Conexión hormonas sexuales-microbiota en el síndrome de ovario poliquístico

Las pacientes con síndrome de ovario poliquístico (SOP) presentan una microbiota intestinal alterada, con una disminución en bacterias beneficiosas como Akkermansia y Ruminococcaceae, y un aumento en géneros como Bacteroides y Escherichia/Shigella.

Conexión hormonas sexuales-microbiota en trastornos hormonales

Mención aparte merece el estroboloma, que es el conjunto de bacterias capaces de modular la circulación enterohepática de los estrógenos, influyendo en los niveles circulantes de estas hormonas y en su excreción.

El metabolismo hepático de primer paso hidroxila irreversiblemente los estrógenos circulantes libres o unidos a sus metabolitos, que luego experimentan glucuronidación y sulfonación para ser excretados al intestino con la bilis. Los estrógenos conjugados son eliminados en las heces. Una proporción funcionalmente significativa es desconjugada por bacterias intestinales que poseen actividad de ?-glucuronidasa. Los estrógenos desconjugados se reabsorben en la circulación enterohepática y vuelven al torrente sanguíneo para ejercer su función biológica. Esto contribuye a una gran variedad de trastornos hormonales, incluidos el cáncer de mama y la endometriosis.

Una dieta alta en grasas aumenta la secreción de ácidos biliares, lo que promueve el crecimiento de proteobacterias productoras de ?-glucuronidasa que conducen a una mayor desconjugación intestinal de estrógenos y a una mayor carga estrogénica. Alternativamente, una dieta rica en fibra puede modular la homeostasis hormonal, mejorar las patologías hormonales e incluso ser oncoprotectora.

Referencias:

· https://doi.org/10.1007/s10549-019-05472-w

· https://doi.org/10.5056/jnm20208

Si tienes alguna pregunta o necesitas más información, no dudes en contactarnos.

No te pierdas el próximo número, donde discutiremos en detalle cómo la microbiota intestinal impacta en el sistema inmunológico.

Dra. Cristina Fente Sampayo – ProbioXperts