Ánimo en la Farmacia

Hay días buenos, hay días “no tan buenos”

Hay días buenos, hay días “no tan buenos”

Hay días donde hay muchos clientes-pacientes, en otros pocos.

Hay días en los que quieres salir corriendo…

 

La verdad es que no existe una fórmula mágica para mantener el ánimo en alto en nuestro trabajo o en nuestra vida o en la farmacia.

Pero sí hay tres cosas sencillas que podemos hacer…

  • Ocuparme para no PREOcuparme: Dejar los pensamientos a la deriva es muy peligroso. Es mejor estar ocupados que preocupados, por eso, en los días donde el ánimo está bajo, busco las tareas pendientes que tengo, aquellas que he postergado porque “no eran muy importantes” pero en estos momentos de bajo ánimo me ayudan a pensar en otra cosa. ¿Cuáles tareas tienes pendientes? Pues manos a la obra.
  • Recordar el propósito: Nos dejamos llevar por el día a día y nos olvidamos del propósito. ¿Para qué me levanto todas las mañanas? ¿Cómo me gustaría ser recordado? En el caso de la farmacia, creo que el propósito siempre es ayudar a esa persona, ese cliente-paciente que llega cada día buscando una solución. Para recordar el propósito basta simplemente pensar en una persona que hayas ayudado recientemente.
  • Aprender algo nuevo: Esperar que las cosas van a cambiar por arte de magia es un error. Solo aprendiendo, estudiando y creciendo puedo innovar, hacer algo diferente. Siempre creo que la mejor inversión es estudiar, la formación expande nuestros horizontes y nos permite ver con nuevos ojos los retos. Busca un tema, busca buenos mentores y estudia. Aprender es expandir. Siempre hay algo nuevo que aprender.

Con estas tres acciones puedo levantar el ánimo. Los días grises siempre llegarán. La diferencia es cómo estamos preparados para enfrentarlos.

Adelante, ánimo en tu farmacia!

¿Cómo estás de ánimo en tu farmacia? Escribe abajo en los comentarios